Las enfermedades mentales

LAS ENFERMEDADES MENTALES

Las enfermedades mentales son alteraciones de la conducta y del pensamiento de una persona que dificultan la capacidad para relacionarse con los demás y hacer frente a una serie de situaciones cotidianas.

Es normal que una persona muestre problemas de salud mental de vez en cuando, pero un problema de salud mental se convierte en una enfermedad mental cuando los síntomas se hacen permanentes, causan estrés y afectan a la capacidad de funcionar normalmente.

Los síntomas pueden variar según el trastorno y las circunstancias.

Algunos serían: sentimientos de tristeza o desánimo, capacidad reducida de concentración, preocupaciones o miedos excesivos, cambios radicales de humor... En ocasiones, los síntomas de un trastorno de salud mental se manifiestan con problemas físicos, como dolor abdominal, dolor de cabeza u otros dolores sin causa aparente.

Hay una gran variedad de trastornos mentales cada uno de ellos con manifestaciones distintas. En general, se caracterizan por una combinación de alteraciones del pensamiento, la percepción, las emociones, la conducta y las relaciones con los demás.

Se dispone de tratamientos eficaces contra los trastornos mentales y medidas que permiten aliviar el sufrimiento que causan. Los pacientes deben tener acceso a la atención médica y los servicios sociales que les puedan ofrecer el tratamiento que necesitan. Además, es fundamental que reciban apoyo social para no sentirse excluidos, lo que podría empeorar y agravar su situación.

FOBIAS

Es un trastorno psicótico. Se ha calculado que cerca de 19 millones de adultos sufren algún tipo de fobia, un trastorno de ansiedad que consiste en un miedo irracional y exagerado ante objetos, situaciones o actividades. Algunos ejemplos de fobias son: la pogonofobia es el miedo a las barbas, la amaxofobia es el miedo a conducir o la aerofobia, el miedo a los aviones.

Los tratamientos que pueden ser beneficiosos para las personas que padecen fobia son: la técnica de "inmersión" o las terapias graduadas de exposición.

SÍNDROME DE CAPGRAS O ILUSIÓN DE SOSIAS

Es un trastorno neuropsiquiátrico que afecta a la capacidad de identificación de un paciente. El afectado cree que las personas conocidas de su entorno e incluso el entorno mismo han sido sustituidas por impostores.
Afecta a distintas regiones del cerebro implicadas en el procesamiento visual y emocional, así como en el de reconocimiento de caras. Además, se ha observado este síndrome en entre un 6 y un 30% de los casos de pacientes con alzhéimer y, en un porcentaje menor, en otros tipos de demencias como los cuerpos de Lewy o el párkinson.

SÍNDROME DE COTARD O DELIRIO DE NEGACIÓN

El síndrome de Cotard o delirio de negación es una enfermedad mental relacionada por la hipocondría. El afectado cree estar muerto (tanto figurada como literalmente), estar sufriendo la putrefacción de los órganos o simplemente no existir. En algunos casos el paciente se cree incapaz de morir.

AUTISMO

Es un trastorno neurológico que suele durar toda la vida, y se diagnostica con autismo a 1 de cada 68 personas.

El autismo daña la capacidad de una persona para comunicarse y relacionarse con otros. También, está asociado con rutinas y comportamientos repetitivos, como arreglar objetos obsesivamente o seguir rutinas muy específicas. Los síntomas pueden oscilar desde leves hasta muy severos. Los principales son dos: Deficiencias persistentes en la comunicación y en la interacción social y patrones restrictivos y repetitivos de comportamiento.

ESQUIZOFRENIA

Es una enfermedad compleja en la que existe un funcionamiento defectuoso de los circuitos cerebrales con un desequilibrio entre los neurotransmisores. Como resultado, se verán afectadas algunas de las funciones que rigen el pensamiento, las emociones y la conducta. Tiene síntomas positivos y negativos. El tratamiento más recomendado es la medicación junto con intervenciones psicológicas.

TRASTORNO DE PERSONALIDAD MÚLTIPLE

Es la presencia de dos o más identidades que toman el control de la conducta de una persona de forma recurrente, teniendo cada una de ellas recuerdos, relaciones y actitudes propias.
El tratamiento generalmente dura años y se dirige fundamentalmente a la integración o fusión de las identidades o, al menos, a coordinarlas para lograr el mejor funcionamiento posible de la persona.